Poco es lo que sabemos de la vida de Giovanni Miranda. Él mismo escribe que era español, pero desconocemos el lugar en que nació; su nombre debía ser, pues, Juan Miranda –como puede verse en algunos catálogos de bibliotecas–, que se cambió en Giovanni al publicar sus libros en italiano. Desconocemos cómo adquirió sus conocimientos de la lengua italiana. Vivió muchos años en Italia, aunque el motivo de su estancia es un enigma. Parece que fue profesor de español en Urbino, tras haber pasado por Venecia, donde conoció al impresor Gabriele Giolito (ca. 1508-1578). De 1569 es la más antigua de las obras que conocemos de él, la traducción de los Dialoghi di Massimo Troiano ne' quali se narrano le cose piu notabili fatte nelle Nozze dello illustriss. & eccel. prencipe Gulielmo VI (Bolognino Zaltieri, Venecia, 1569), a la que siguió la Historia del valente cavaliero Polisman colle sue prodezze, tradotta dallo spagnuolo, que, pese a lo que declara, no es la traducción, sino una obra totalmente diferente, del Don Polismán de Nápoles (1572), escrito entre 1560 y 1571 por Jerónimo Contreras (ca. 1505-ca. 1582). La supuesta traducción fue impresa en Venecia, como otras producciones suyas, ciudad en la que residía Miranda, y donde se relacionaba con notables personajes españoles. Era culto, pues conocía, además del italiano y el español, el alemán –lo cual no resulta sorprendente en Venecia–, y el latín y el griego. En 1583 aparece una edición corregida de las Osservationi della lingua castigliana en la que se incluye una carta a los lectores que no va firmada, lo que hace suponer que para entonces ya habría dejado la ciudad o Italia, si es que no había fallecido.
A Giovanni Miranda debemos varias traducciones al italiano y una obra de carácter religioso. Los datos sobre traducciones de los que se dispone nos permiten imaginarlo al servicio del impresor Giolito, para quien traduce o adapta desde 1564 hasta 1570 –residiendo en la zona de Venecia probablemente hasta 1573– a Fray Luis de Granada (1504-1588) (Trattato della confessione et communione […]. Raccolte dall'opere del reverendo padre fra Luigi di Granata [...]. E' questo il sesto fiore della nostra ghirlanda, Gabriel Giolito di Ferrarii, Venecia, 1564; Memoriale della vita del christiano del r. p. f. Luigi di Granata nel quale s'insegna tutto quello ch'e obligato a fare il christiano dal principio della sua conuersione, fino alla perfettione [...]. E' questo il primo fiore della nostra Ghirlanda spirituale, Gabriel Giolito de' Ferrari, Venecia, 1567; Memoriale della vita del christiano del r. p. f. Luigi di Granata dell'Ordine de' predicatori, nel quale s'insegna tutto quello ch'è obbligato a fare il christiano dal principio della sua conuersione, fino alla perfettione [...]; con alcune annotationi del r. p. f. Francesco da Triuigi carmelitano [...]. Questo è il secondo fiore della nostra ghirlanda spirituale, Gabriel Giolito de' Ferrari, Venecia, 1568; Il manuale d'orationi raccolte dall'opere del padre Luigi di Granata, Gabriel Giolito di Ferrari, Venecia, 1570).
A nosotros nos importa por ser el autor de la «mejor gramática del español para extranjeros del Siglo de Oro», en palabras de Lope Blanch, las mencionadas Osservationi della lingua castigliana. Para su elaboración tuvo presente la Gramática castellana (1492) de Antonio de Nebrija (1441 o 1444-1522), aunque debió manejar las obras de otros autores que habían tenido en cuenta al sevillano. El título recuerda al de Ludovico Dolce (1508 o 1510-1568), I quattro libri delle Osservationi (Venecia, Giolito, 1550, y varias ediciones posteriores, corregidas por el mismo Dolce y editadas en su mayor parte por Giolito de Ferrari, el impresor de Miranda), que parece haber tenido alguna influencia sobre Miranda, aunque Il paragone della lingua toscana et castigliana (1560) de Giovanni Mario Alessandri d'Urbino (¿?-1560-¿?) también le sirvió de modelo, especialmente para el verbo. Las Osservationi della lingua castigliana no son unos apuntes o una colección de notas sobre algunas cuestiones de nuestra lengua teniendo en cuenta a los destinatarios italianos, sino que es un tratado gramatical en la línea de los trabajos de la época. El contenido se reparte en cuatro libros, siguiendo la división tradicional, el primero es «Della pronuntia della lingua castigliana» y «Delle parti del parlamento» (artículo, nombre, adjetivo y pronombre), el segundo trata «Del verbo e del participio», el tercero «Delle parti che non si variano», y el cuarto «Della ortografia e mutamento delle lettere». No se da cuenta de la sintaxis oracional, que tardará todavía un tiempo en aparecer en los tratados gramaticales. El manual estaba destinado al uso por parte de los estudiantes de nuestra lengua, pero también a los comerciantes y los cortesanos que necesitaban emplearla en su actividad, por lo que tiende a describir el uso que se hace de ella, comparándolo con el del italiano, para lo cual debió servirse, antes de ser publicados, de los Discorsi, delitti, omfì, giostre, apparati, e delle cose più notabili [...] (Adamo Montano, Múnich, 1568) que había compuesto Massimo Troiano (¿?-1570); cita, además Il Cortigiano de Castiglione, y a Hieronimo Garimberto, Concetti di Hieronimo Garimberto et altri degni autori, raccolti da lui per scrivere et ragionar familiarmente (Pietro Dusinelli, Venecia, 1551), una especie de antología con modelos textuales de cartas, discursos, respuestas galantes, etc., muy famosa en la época. Miranda no solamente atiende las cuestiones gramaticales sino que también hace observaciones de carácter léxico, semántico y fraseológico, además de introducir entgre los ejemplos breves narraciones.
Aparte de las ediciones mencionadas de las Osservationi della lingua castigliana, tuvo otras impresiones, al menos en 1567 –con reimpresiones en 1585 y 1594–, 1568, 1569 (por el mismo impresor de la primera), en 1583, 1584 y 1595 (por Giovanni Giolitto II y Giovannni Paolo Giolitto, herederos de Gabriele), y en 1622 (estampada por los hermanos Ghirardo & Iseppo Imberti, también en Venecia). Por otro lado, Massimo Troiano publicó en 1569 un compendio de las Osservationi junto los Dialoghi, en español e italiano, citados más arriba, y con un prólogo de Alfonso de Ulloa (ca. 1525-1570). Ese compendio es un resumen dialogado de las Osservationi.
Parece que Miranda dio a la luz otra obra de contenido lingüístico, la Advertencia de la lengua castellana, de la que no se ha conservado ningún ejemplar.
Manuel Alvar Ezquerra