José Ortiz del Casso, según consta en las portadas de sus obras, fue profesor de literatura y lengua española, francesa e italiana. Además, trabajó como intérprete-traductor sustituto del tribunal de primera instancia de la ciudad de Marsella, ciudad donde residió gran parte de su vida. Hombre estudioso que dedicaba todo su tiempo libre a su formación, llegó a ser escribano real y mayor de la provincia de Valencia.
A pesar de sus problemas con la censura, escribió y publicó dos obras tituladas El estudio de la lengua castellana, ó sean conversaciones familiares de un padre con su hijo en 1847 y Colección de refranes o proverbios castellanos, con la explicación de los de más difícil inteligencia en 1849. La primera de ellas tiene como objetivo el estudio de la lengua castellana, aunque no deja de lado otras materias interesantes ni ideas útiles que, según el autor, pueden ejercer gran influencia en el futuro de los individuos.
Carmen Martín Cuadrado