Juan de Palafox y Mendoza, hijo ilegítimo de Jaime de Palafox y Rebolledo (1560-1625), segundo marqués de Ariza, nació en Fitero (Navarra) en 1600. Fue reconocido por su padre a los 10 años, por lo que pudo formarse en las universidades de Alcalá y Salamanca. Hacia 1626 comenzó su escalada en el gobierno civil y eclesiástico: fue nombrado fiscal del Consejo de Guerra y, tres años más tarde, del Consejo de Indias. Ocupó el puesto tesorero de la Santa Iglesia de Tarazona. Fue visitador del Convento de las Descalzas Reales (Madrid), así como capellán de María Ana de Austria (1606-1646). En 1639 embarcó hacia Nueva España como visitador general y obispo de Puebla de los Ángeles (México), llegando a desempeñar los cargos de virrey de Nueva España (1642) y arzobispo de México. A pesar de su labor de dedicación y protección del pueblo indígena, sus constantes desavenencias con los jesuitas y otros detractores lo obligaron a regresar a España en 1649, donde pasó sus últimos años como presidente del Consejo de Aragón y obispo de la diócesis Osma. Falleció en 1659 en El Burgo de Osma (Soria).La obra de Juan de Palafox y Mendoza abarca distintas materias: política –civil y eclesiástica–, historia, teología y poesía. Su única aportación a la filología española fue el Breve tratado de escrivir bien, y de la perfecta ortographía, unos sucintos apuntes con los que pretendía mejorar la caligrafía y ortografía de los documentos católicos, abogando por la claridad, la limpieza y la corrección. A pesar de que no fue redactado para ser impreso, sino para servir de guía a los escribientes al servicio del pontificado, el Breve tratado de escrivir bien fue editado póstumamente: en 1662 (María de Quiñones, Madrid), en 1679 (herederos de Diego Dormer, Zaragoza) y en 1704 (Antonio de Torrubia, Granada). Se imprimió nuevamente en el décimo tomo de los quince que conformaron las Obras del ilustríssimo, excelentíssimo, y venerable siervo de Dios don Juan de Palafox y Mendoza (Gabriel Ramírez, Madrid, 1762) y junto con la obra de Juan de Lama (¿?-1725-¿?): Breve tratado de escribir bien y de la perfecta ortografía. Perla de las dos lenguas. Alma y Norte seguro de su pronunciación. El acento de lo latino y castellano con lo más común y esencial de la ortografía moderna, para saberlo hablar, escribir, leer, pronunciar y acentuar con toda propiedad y elegancia, todo género de personas domésticas y extrañas (s. n., Madrid, 1725).
Leticia González Corrales