Juan Rojo Mejía y Ocón era un criollo peruano nacido en Cuzco. Se conservan pocos datos sobre su vida aparte de los que él mismo consignó en la cabecera de sus obras. Pese a nacer en el seno de una familia de procedencia española, se crio en el ambiente bilingüe de su ciudad natal y llegó aprender a la perfección el quechua –en su variante más prestigiosa: la cuzqueña, de la que siempre presumió. Se formó en el colegio de San Martín de la capital virreinal y obtuvo su primer cargo relevante como capellán de la iglesia de Santa Ana, también en la Ciudad de los Reyes; posteriormente lo fue de la de San Sebastián. Desempeñó el cargo de visitador eclesiástico a las órdenes de los arzobispos Gonzalo López de Ocampo (1572-1626) y Fernando Arias de Ugarte (1561-1638). Además, fue catedrático de Quechua en la Universidad de San Marcos.
Su Arte de la lengua general de los indios del Perú fue utilizada como libro de texto durante sus clases. Según la investigación, resultan muy meritorias las reflexiones de este autor sobre algunas cuestiones gramaticales de la lengua incaica, en especial la sintaxis del infinitivo, el subjuntivo y los usos del relativo.
Jaime Peña Arce