Vida
No se tienen muchos datos sobre su biografía. Sabemos que fue geógrafo, enciclopedista y cartelista, pero sobre todo destacó como maestro, pedagogo y autor de obras de “primera enseñanza” que merecieron numerosos premios. Nació en Redecilla del Camino (Burgos) el 24 de noviembre de 1841. Ingresó en el seminario en 1860, que abandonó para ejercer de maestro en Murillo de Río Leza (La Rioja), región a la que se sintió más vinculado durante toda su vida.
Es autor de obras religiosas como el Compendio de la vida y milagros de Santo Domingo de la Calzada y reseña histórica de su ciudad (Santo Domingo de la Calzada) (1909), el cartel del 800 aniversario de la muerte de Santo Domingo, la Novena a Nuestra Sra. del Cortijo Patrona de Murillo de Río Leza (1893, de otra reedición anterior en Logroño), del Catecismo de doctrina cristiana para todas las escuelas católicas de España y extranjeras (1897), del Recuerdo de la peregrinación a Valvanera, promovida por el Obispo de Calahorra y la Calzada, en su notable pastoral de 25 de agosto de 1889 o del Resumen del Antiguo y Nuevo Testamento: arreglado a las láminas de Historia Sagrada (1929).
De carácter más bien histórico, destacan sus obras Los niños riojanos (1878), El faro histórico de los niños. Ciento diecinueve pasajes decisivos en la Historia de España, con una reseña histórico-geográfica de Europa (1899), el poema para el cartel Gloria al genio descubridor del nuevo mundo, Cristóbal Colón: dedicado a todos los Centros de enseñanza de América y España, para grato recuerdo del 4.º Centenario del Descubrimiento del Nuevo Mundo (1892) o Glorias riojanas o compendio geográfico-histórico de la Rioja (1903), obra considerada toda una exaltación del "riojanismo".
Otras obras suyas, vinculadas más al campo de las ciencias, son Recuerdo grato de la fiesta del árbol: árboles, pájaros, agricultura, etc. (1900), en la que aborda el ecologismo, el amor a la naturaleza, así como la manera de medir volúmenes y terrenos pasando de las medidas tradicionales al sistema métrico decimal, que por entonces ya empezaba a usarse. En esta línea, también escribió Sencillo resumen de ciencias físico-naturales (1900?), Nociones de geometría aplicadas la medición de terrenos por los niños (10.ª ed., 1902) o el cartel El genio protector de la agricultura española (1902).
En su obra filológica, destaca por una parte su preocupación por la ortografía, que a veces conjugó con otras temáticas. Así por ejemplo, El Contador rápido, Buen hablista y Buen ortógrafo, destinada a alumnos de 1º y 2º de enseñanza del Colegio de San Antonio aborda en primer lugar nociones de matemáticas para pasar seguidamente a ofrecer contenidos de ortografía, a menudo en forma de poemitas. Incluye un catálogo de voces homónimas, y un apartado “corrección de lenguaje” (siguiendo el patrón del tipo “está muy mal dicho abotargado y debe decirse abotagado”), así como anuncios y rótulos disparatados, con mala sintaxis.
En 1871 publicó una Enseñanza rápida de ortografía castellana en verso, reeditada en numerosas ocasiones en los años siguientes. En 1910, apareció la 16.ª edición de este “pobre opusculito en forma cadenciosa que reproducimos con importantísimas mejoras” bajo el título Enseñanza rápida de ortografía castellana: por reglas cadenciosas basadas en el uso, según la doctrina de la R.A.E., obra que recoge, siguiendo a la Academia, los tres principios en que se basa la ortografía de las palabras: el origen o etimología, la pronunciación y el uso o escritura.
Por otra parte, sobre gramática, escribió Seiscientas oraciones gramaticales método breve y sencillo para aprenderlas con fundamento, según la doctrina de la R.A.E. (1909), tratadito en que se caracterizan los distintos tipos de oraciones (simple y compuesta, elíptica, neutra, reflexiva, impersonal, “con de”, causal, pleonástica, siléptica), las funciones sintácticas y, en la segunda parte, se propone un análisis y clasificación de una miscelánea de oraciones gramaticales “para analizar y escribir al dictado”. Asimismo, es autor de El abreviador latino: método teórico-práctico, sumamente claro y sencillo para aprender en poco tiempo la lengua latina (1889) y del Programa de las primeras nociones de Gramática castellana, conforme a los principios de la R.A.E., 12.ª ed. notablemente mejorada, en un tratadito curioso de la oración (1900?).
Roberto Cuadros Muñoz