Manuel García-Rejón Mazó fue un abogado y político liberal mexicano, activo en los decenios mediales del siglo XIX. Nuestro autor nació en la ciudad de Campeche, entonces integrante de la Capitanía General de Yucatán, en el seno de una familia criolla, cuya rama materna –de ascendencia catalana– había castellanizado su apellido original, Massó, bajo la forma Mazó. El futuro liberal vio la luz durante los años finales de la dominación española, en 1819, justo cuando el Virreinato novohispano hacía agua y se preparaba para alumbrar al México independiente. García-Rejón vivió su infancia, aprendió las primeras letras y realizó los estudios secundarios en su ciudad natal, alejado de los azarosos vaivenes políticos del naciente estado mexicano. A mediados del decenio de 1830, su familia lo envió a la capital, Ciudad de México, para que cursara la preparatoria, después de la cual entró en la facultad de Derecho, materia en la que terminó licenciándose; además de labrarse un futuro en la judicatura, nuestro autor entró en contacto por aquellos años con movimientos liberales opuestos al general Antonio López de Santa Anna (1794-1876), entonces máximo dirigente del país. Durante lustros de enorme convulsión política, García-Rejón se significó del lado liberal con su defensa de posturas abiertamente anticlericales y con el apoyo explícito a una de las figuras más preponderantes del liberalismo mexicano, el militar Santiago Vidaurri (1809-1867). En 1850, tras acceder al cuerpo de fiscales, el campechano ascendió a la audiencia de Monterrey (Nuevo León); pocos años después de su llegada al norte (1854), Vidaurri, junto con otros militares de distintas partes del país, se levantó contra el gobierno de Santa Anna, levantamiento –conocido como Revolución de Ayutla– al que se unió nuestro autor, ligando a él su suerte. En 1855, tras la derrota y el exilio definitivo de Santa Anna, García-Rejón regresó victorioso a su puesto en Monterrey y gozó de gran ascendiente entre los nuevos gobernantes neoleoneses, en especial sobre Vidaurri, quien, de facto, gobernaba el territorio con total independencia del poder central; mientras tanto, el mestizo Benito Juárez (1806-1872) se hizo cargo del gobierno de la nación, imprimiendo a la nueva constitución un claro sello liberal. Sin embargo, un nuevo giro de los acontecimientos truncó la vida de nuestro autor: tras la llegada (1862) al país azteca de las tropas francesas comandadas por Maximiliano de Habsburgo-Lorena (1832-1867), destinadas a acabar con la Reforma impulsada por Juárez, Vidaurri se unió a los franceses, y nuestro autor lo siguió; después de la victoria de las tropas mexicanas frente a los ocupantes, García-Rejón huyó al sur de Tejas, pero finalmente fue capturado en suelo mexicano por tropas de Juárez y ejecutado en la ciudad de Matamoros (Tamaulipas) el 28 de abril de 1864. Aún dentro de la enorme convulsión del México decimonónico, todavía hoy resulta extraña la decisión, tanto de Vidaurri como de García-Rejón, de abandonar la causa liberal –a la que habían dedicado toda su vida– en aras del proyecto que las grandes potencias del momento habían orquestado para México; parece que fueron las ansias desmedidas de poder y enriquecimiento las que forzaron esta decisión que, independientemente de su origen, les costó la vida.
El trabajo filológico de Manuel García-Rejón es residual, y se sintetiza en un pequeño diccionario del idioma comanche, lengua propia de la población indígena que en aquella época habitaba la zona fronteriza entre Nuevo León, Nuevo México y Tejas. Al parecer, según cuenta el propio autor, en 1861 le fue entregado en custodia un joven que, secuestrado de niño, había pasado toda su vida entre los indios de esa tribu; fue este joven de quien se sirvió para la composición de su obra. El Vocabulario del idioma comanche, compuesto entre 1861 y 1864, es un repertorio bidireccional, de apenas 29 páginas, español-comanche y comanche-español, precedido por unas breves indicaciones sobre la fonética de esa lengua y un escueto estudio antropológico de sus hablantes. El Vocabulario ordena sus entradas alfabéticamente; sin embargo, y dentro de cada letra, la ordenación es ya bastante aleatoria: ni respeta el orden alfabético, ni agrupa el léxico en campos semánticos. Al final de la obra fueron insertadas unas breves notas sobre la morfología verbal del comanche. Este texto apareció publicado por primera vez, y ya póstumamente, en el Boletín de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística en 1865. Un año más tarde, esa misma institución lo llevó a las prensas de forma independiente. En 1995 la obra de García-Rejón fue publicada (University of Texas Press, Austin) en una edición trilingüe, realizada por el investigador Daniel J. Gelo (1957-actualidad), en la que se incluyó también la lengua inglesa.
Jaime Peña Arce