José Francisco de Iturzaeta Eizaguirre nació en Guetaria (Guipúzcoa) en 1788. Dada la precaria situación de su familia, se crio con sus tíos. En 1813, ya con una cierta reputación como pendolista, se trasladó a Tolosa (Guipúzcoa). Allí ejerció como segundo oficial de la Contaduría de Rentas apenas un año y otros dos como escribiente de la Capitanía. En 1816 se aventuró a salir de su provincia natal y se instaló en Madrid. En 1820 comenzó a trabajar para la Tesorería General, llegando a alcanzar el puesto de oficial antes de 1823, fecha en la que quedó cesante por los acontecimientos políticos y sociales. Inició su andadura como maestro en una escuela particular, confiriéndole en pocos años un alto estatus dentro de la capital. En 1849 fue nombrado para ocupar dos puestos de especial relevancia en el ámbito de la educación: inspector general de primera enseñanza y director de la Escuela Normal Central de Maestros. Falleció en Madrid en 1853.
Buena parte de su obra gozó de un gran éxito gracias a la protección gubernamental. En 1835 se decretó que su Arte de escribir la letra bastarda española sería el manual de referencia para los estudios de primera educación, hecho que explica las numerosas ediciones de este tratado –y del compendio de este– impresas a lo largo del siglo XIX. Las cuatro primeras se distinguen del modelo prototípico de los artes de escribir por contener exclusivamente explicaciones teóricas, y no todas, pues advierte en las páginas preliminares que algunas de ellas son sobradamente conocidas y no se incluyen en pro de la brevedad. A partir de la quinta edición (Imprenta de don Victoriano Hernando, Madrid, 1851) se incluyeron las muestras destinadas al ejercicio de la escritura, que previamente se habían impreso aparte como Colección de grandes muestras de letra bastarda española, junto con el procedimiento para la copia de estas (Orden de enseñanza, o sea, Método de la ampliada colección de muestras de letra española […]). Dado que el Arte no fue redactado pensando en los estudiantes de primera educación, en 1845 dio a la luz el Método cursivo, o sea, Segundo curso de escritura española […], obra que seguía un modelo erotemático para facilitar el aprendizaje a los alumnos. Antes de finalizar ese año, lo reimprimió con un nuevo título: Caligrafía para los niños, o sea, Compendio del Arte de escribir la letra bastarda española […]. Además de su aportación a la enseñanza de la letra bastarda española, publicó un tratado sobre caligrafía general titulado Colección general de alfabetos de los caracteres más hermosos de Europa […].