Alonso Martínez de Espinar fue un cortesano, ballestero y escritor español del siglo XVII. Se desconoce exactamente dónde nació –hay fuentes que sostienen que fue en Madrid, donde se celebró su bautizo; otras hablan de la localidad segoviana de El Espinar, de donde procedería la referencia de su apellido–, lo que sí es seguro es que lo hizo en el año 1588 y dentro de una familia cortesana. Su padre, natural de Baza (Granada), fue un ballestero al servicio de Felipe II (1527-1598, rey de España desde 1556) y de Felipe III (1578-1621, rey de España desde 1598); gracias a este cargo, el joven Alonso se interesó por el oficio y entró en la Corte, a la que permaneció ligado durante el resto de su extraordinariamente longeva existencia. Martínez de Espinar murió en Madrid, en 1682, con 94 años de edad, y fue enterrado en la iglesia de Nuestra Señora de la Almudena. Cabe destacar, como anécdota, que la amistad que unió al ballestero con Velázquez (1599-1660) llevó a que el sevillano lo inmortalizara en uno de sus cuadros, concretamente en La lección de equitación o El príncipe Baltasar Carlos en el picadero, en el que se representa a Martínez de Espinar dándole una lanza al Conde-Duque de Olivares (1587-1645).
Nuestro cortesano pasó a la historia gracias a la escritura del Arte de ballestería y montería, considerada uno de los textos sobre caza más importantes del Barroco español. El texto, dedicado al malogrado príncipe Baltasar Carlos (1629-1646) y prologado por Francisco de Quevedo (1580-1645), fue reeditado dos veces a mediados del siglo XVIII: la primera, en Nápoles (Francisco Ricciardo, 1739), y la segunda, en Madrid (Antonio Marín, 1761), con prólogo del XI duque de Medinaceli, Luis Antonio Fernández de Córdoba y Spínola (1704-1768); a lo largo del siglo XX y en los primeros años del XXI se han venido realizando diversas ediciones del texto –algunas de ellas, facsimilares–. El libro es un completo tratado del arte venatorio, en el que se presentan las diferentes prácticas existentes en la época, que iban desde el empleo de las armas de fuego hasta la cetrería; en él, se insertan las definiciones de una gran cantidad de artes, tácticas e instrumentos del momento.
Jaime Peña Arce