No hay mucha información sobre la vida de este misionero. Natural de México, donde tomó el hábito seráfico, fue lector de teología y misionero del pueblo de Milpa-Alta, Diócesis de México, y procurador en 1713.
En cuanto a su dedicación filológica, fue lector del idioma mexicano. El propio misionero indica en el Arte de la lengua mexicana (1717) que trabajó el idioma mexicano durante veinte años y que realizó una metodología con la que conseguía que los estudiantes aprendieran correctamente en un año y medio el idioma. Es autor también de una obra titulada Espejo de Doctrina cristiana, obra que empezó a escribir alrededor de 1708 según consta en la nota al lector. Esta obra está escrita en lengua náhuatl y en ella se encuentra un vocabulario español-mejicano de la letra O hasta la S.
Marta Ortega Pérez