Antonio Balaguer fue un religioso, latinista y filólogo español, activo en la isla de Mallorca durante el siglo XVIII. Nació en Algaida, una localidad próxima a Palma, en 1723. Los datos que la investigación maneja sobre el periplo vital de este autor son muy escasos; en concreto, sobre su extracción familiar y su proceso formativo son nulos. Durante su vida adulta, fue predicador y maestro de gramática en el convento de San Francisco de la capital balear, donde residió hasta su muerte, que acaeció en 1783. El nombre del padre Antonio Balaguer figura como censor en varias gramáticas latinas de la Ilustración española, como la de Gregorio Mayans y Ciscar (1699-1781) o la del menorquín Antonio Portella (¿?-1765).
El quehacer filológico de nuestro protagonista fue abundante, aunque una gran parte no llegó a la imprenta y, con el paso de los años, terminó por desaparecer. El único de sus trabajos impreso –póstumamente– fue Significados de las ocho partes de la oración […], que glosa la obra del humanista valenciano Andrés Sempere (¿?-1533-1572), un autor que propuso un método para el aprendizaje de la lengua latina alternativo al modelo nebrisense, en el que amplió notablemente el apartado sintáctico. Además, nuestro franciscano incluyó en su estudio una ortografía latina y otra castellana, extraída del diccionario de la Real Academia Española. Este texto, cuya edición príncipe data de 1789, fue reimpreso en seis ocasiones (1796, 1807, 1809, 1819, 1824 y 1829) en diferentes imprentas de la ciudad de Palma. Por otro lado, Balaguer redactó un diccionario trilingüe (hoy perdido) y un pequeño opúsculo, Themas gramaticales. También dejó inéditas varias hagiografías, tanto en prosa castellana como en verso latino.
Jaime Peña Arce