No nos han llegado datos acerca de la vida de Samuel Barnard. Tan solo ha pasado a la posteridad su gramática políglota titulada A polyglot grammar of the Hebrew, Chaldee, Syriac, Greek, Latin, English, French, Italian, Spanish, and German languages […], aparecida en 1825, que dedicó al entonces presidente de los Estados Unidos, John Quincy Adams (1767-1848), un hombre versado en las ciencias. La gramática de Barnard se basa en la idea de una lengua común en los orígenes de la humanidad y se enmarca dentro del campo de estudios comparativos de lenguas, que estaban en auge ya desde finales del siglo XVIII, especialmente en el continente europeo.
Esa gramática políglota, que se centra en la comparación de todas las lenguas bajo reglas comunes de sintaxis y sobre modelos predecibles de conjugación, contiene además notas explicativas de las frases hechas y de las expresiones de cada idioma. Tras un prefacio que se extiende a lo largo de 42 páginas, Barnard presenta una sinopsis o tabla general con las semejanzas de las diez lenguas tratadas, que le permite compararlas entre sí y establecer que los principios fundamentales de gramática están en la lengua hebrea.
Estela Calero Hernández