No es fácil averiguar datos sobre Mauricio Bouynot, que era un excura párroco francés (su nombre sería Maurice antes de españolizarlo), y maestro de lengua francesa en el Seminario de S. Pablo de Valencia, como hace constar en la portada de sus Lecciones prácticas. También tenía su propia academia para enseñar esa lengua. Y poco más sabemos de él.
A Bouynot debemos un Bosquejo geográphico-histórico del universo, o Breve descripción de la Tierra con nociones históricas sacadas de los autores más auténticos para uso de la juventud (Viuda de Manuel Muñoz, Valencia, 1830), pero a nosotros nos interesa por ser autor de un manual para la enseñanza del francés, Lecciones prácticas o nuevo método para aprender el idioma francés, en el cual sigue las líneas trazadas por Pierre Nicolas Chantreau (1741-1808) en el Arte de hablar bien francés (1781), si bien no aplica de la misma manera los principios del aprendizaje de aquel, ya que al final de cada lección pone unas prácticas que sustituyen a los ejercicios de su predecesor, sin su traducción, con el fin de que el alumno se ejercite en ellas, y que pierda su prevención a la hora de pronunciar los ejercicios, con lo que se desarrollaba su fluidez oral. En el interior de las Lecciones se encuentra una nomenclatura bajo el título de «Vocabulario de los nombres más usuales», en la que también sigue a la que puso Chantreau en su manual, si bien prescinde de los verbos más usuales que ponía su predecesor; en el resto la copió, fusionando algunos epígrafes, y prescindiendo de un buen número de ellos, así como de algunos términos que aparecían en el interior de los que conservó.
Este manual, que, como de Chantreau desarrollaba un método teórico-práctico que venía a reemplazar los habituales en la enseñanza de lenguas, tuvo un éxito indudable, y en poco más de tres lustros se hicieron hasta seis ediciones, siempre impresas en Valencia por el mismo impresor o sus herederos, salvo la última, de 1832 (realizada por J. de Orga y Ca.).
Manuel Alvar Ezquerra