Antonino de la Cuesta ejerció como cura interino durante muchos años en numerosos pueblos de Nueva Segovia (Filipinas), e incluso adquirió finalmente el título de presbítero en uno de ellos. Fue autor de una gramática, Gramática Iloco-Castellana compendiada, para que aprendan mejor el castellano los habitantes de ambos Ilocos, Union y Abra que ya tienen principio en dicho idioma, publicada en 1890. Gracias a los preliminares de su obra se conoce la existencia de una primera edición que, aunque no conservada, dio luz en 1868. La finalidad principal del autor al escribirla no es otra que conseguir que los ilocanos lograsen aprender castellano para conseguir una uniformidad lingüística en todo el territorio.
Su interior aparece dividido en cuatro partes, donde se explican los principios fundamentales que conforman la gramática (analogía, sintaxis, prosodia y ortografía) a través del método pregunta-respuesta.
Carmen Martín Cuadrado