Antonio Espina fue un agustino del siglo XVIII, del que apenas existen noticias. Es posible que fuese maestro de primeras letras en el Colegio de San Agustín de la localidad de Torroella de Montgrí (Gerona), para el que escribió su única obra.
El Arte calygráfica, o los Elementos del arte de escribir es un tratado escolar destinado a la enseñanza de la escritura. Espina estructura la obra en tres tratados, divididos en capítulos, en los cuales se ocupa de tres disciplinas: la Ortología, la Caligrafía y la Ortografía. El primero de esos tratados va precedido de una introducción donde justifica la pertinencia de añadir en un manual de escritura un apartado de estas características, donde presenta el alfabeto y la formación de sílabas en español acompañado de principios ortoépicos. Como colofón, incluye tres vocabularios cuyas voces, agrupadas en pares, se distribuyen según las dificultades que puede presentar su ortografía.
Leticia González Corrales