José Jordana y Morera fue un ingeniero forestal y lexicógrafo aficionado español del siglo XIX. Nació en la villa de Cervera (Lérida) en el turbulento año de 1836, en plena Primera Guerra Carlista (1833-1840), cuando las acometidas de los partidarios del infante Don Carlos (1788-1855) y las respuestas del ejército isabelino causaban grandes estragos en la Cataluña interior. La investigación no maneja datos sobre la infancia y adolescencia del futuro ingeniero. El primer dato conocido sobre su vida es su ingreso, con 16 años (1852), en la Escuela Especial de Ingenieros de Montes, instalada desde 1848 en el castillo de Villaviciosa de Odón (Madrid). Allí, tras cinco años de brillante trayectoria, se licenció como ingeniero de montes. Jordana y Morera pasó el resto de su vida trabajando y ascendiendo en el ejercicio de su profesión: desempeñó diversos cargos públicos en Albacete, Cuenca, Jaén, Huesca, Segovia, Zaragoza, Lérida y Madrid. Participó también en multitud de comisiones en el extranjero y en numerosas exposiciones universales, por lo que realizó variados viajes por el extranjero. Fue el primer presidente del Consejo forestal de España y recibió un gran número de condecoraciones. Murió, habiendo culminado todas sus aspiraciones, en la localidad madrileña de San Lorenzo de El Escorial, en 1906, cuando contaba 70 años.
La labor filológica de este autor se centró en elaboración de un repertorio lexicográfico titulado Algunas voces forestales y otras que guardan relación con las mismas confrontadas todas con el Diccionario de la Real Academia Española, escrito a instancias de su amigo y académico Juan Eugenio Hartzenbusch (1806-1880). En este trabajo, Jordana recoge las voces del campo de la Botánica incluidas en los diccionarios académicos y puntualiza diversos aspectos de sus acepciones: información dialectal, etimología o vigencia de la voz.
Jaime Peña Arce