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Manuel de Trujillo y Torres, quien aparece en la mayoría de las ocasiones como Manuel de Torres o Manuel Torres, fue un diplomático y publicista de origen español que nació en noviembre de 1762 en Córdoba (España) y falleció el 15 de julio de 1822 en Hamiltonville (actualmente en el estado de Filadelfia, Estados Unidos) a la temprana edad de 59 años. Perteneciente a una familia de la baja nobleza andaluza, Manuel de Trujillo y Torres partió hacia Cuba en 1776 junto a su tío materno Antonio Caballero y Góngora (1723-1796) arzobispo católico español destinado al Virreinato de Nueva España (actual México y suroeste de los Estados Unidos) y Virrey del Virreinato de Nueva Granada (actualmente Colombia y Ecuador) entre los años de 1782 y 1789. Cuando Manuel de Torres contaba con diecisiete años de edad, comenzó a trabajar para la secretaría del Virreinato de Nueva Granada y para el Tesoro Real, lo que le permitió formarse en finanzas, y observar importantes conflictos político-sociales, como el de la Revuelta de los Comuneros (levantamiento del pueblo de Nueva Granada contra las autoridades españolas en 1781), o el de la Revolución Americana (1775-1783) a la que España se uniría a favor de las jóvenes colonias que buscaban la independencia del Imperio Británico. Años después, en 1785, Manuel de Torres viajó a Francia para formarse durante un año y medio en matemáticas y ciencias militares en la École Royale Militaire de Sorèze (en el Tarn, al sur de Francia). A su vuelta en Nueva Granada, el rey español Carlos IV (1748-1819, monarca entre 1788-1808) le concedió unos terrenos cercanos a Santa Marta donde Torres estableció una plantación, contrajo matrimonio y tuvo descendencia. Tomó partido por los políticos liberales criollos de Bogotá cuando entró a formar parte de una asociación secreta liderada por el precursor ideológico y militar combatiente por la independencia de Colombia, Antonio Nariño (1765-1824). Esta relación con quienes conspiraron contra la Corona Española en 1794 le hizo abandonar Nueva Granada sin su familia para escapar a Curazao inicialmente, hasta llegar a Filadelfia en 1796 y a Washington D. C. posteriormente. Filadelfia era conocida en la época por ser un centro de comercio con las colonias hispánicas y también por ser un símbolo de ideas republicanas, lo que pudo atraer a Torres. Allí, el cordobés estableció amistad con el periodista estadounidense William Duane (1760-1835), quien publicaría numerosos artículos de Manuel de Torres en su periódico Aurora. La colaboración entre ellos llevó a Torres a traducir algunas editoriales de Duane al español que exaltaban a los Estados Unidos como ejemplo de un país con gobierno representativo que debería ser emulado. Muchos otros revolucionarios hispanoamericanos siguieron la ruta hacia Filadelfia, lo que permitió a Torres conocer a ilustres personalidades como el político hispano-venezolano Francisco de Miranda (1750-1816) en 1805 y el político militar y libertador Simón Bolívar (1783-1830) en 1806. Tras la ocupación de España por parte de Napoleón Bonaparte (1769-1821, emperador de Francia entre 1804-1814) entre 1807 y 1814, y la consiguiente revolución en las colonias hispanas de América, Manuel de Torres actuó como intermediario de comercio entre los vendedores de armas procedentes de los EE. UU. y los revolucionarios hispanoamericanos. Este trabajo contra la corona española y a favor de la Revolución, supuso el intento de asesinato de Torres ordenado por el nuevo ministro y diplomático de España en Washington D. C., Luis de Onís (1762-1827), y la confiscación de sus terrenos cercanos a Santa Marta cuando murieron su esposa y su hija. Tras el triunfo de la revolución bolivariana que logró la independencia de Nueva Granada, a Manuel de Torres se le concedió en 1820 la credencial diplomática para defender en los EE. UU. los intereses de los países recién conformados de Venezuela y Colombia, unificados en la unión de Gran Colombia, lo que hizo mediante la compra de más armamento, la solicitud de préstamos monetarios al banco central de los EE. UU. y la obtención del reconocimiento diplomático de las nuevas naciones emancipadas. En febrero de 1821, Torres se reunió con John Quincy Adams (1767-1848) para el reconocimiento de Colombia como nación. En diciembre de ese año, el presidente de los Estados Unidos James Monroe (1758-1831, presidente entre 1817-1825) envió al Congreso en diciembre el mensaje de que el reconocimiento no solo de Colombia, sino también de México y de Perú, sería inminente. Durante la duración de este largo período, Torres enfermó de asma y su salud fue declinando durante el invierno debido al exceso de trabajo. En mayo de 1822 el Senado y la Cámara de Representantes reconocieron la independencia de Colombia, éxito que se le atribuyó a Manuel de Torres. El 19 de junio de ese mismo año, Torres viajó hasta Washington D. C. y fue recibido en la Casa Blanca por Adams y Monroe como chargé d'affaires, siendo el primer representante de Colombia y primer representante de un gobierno hispanoamericano. Manuel de Torres regresó rápidamente a Hamiltonville donde había comprado una casa recientemente. Su compañero de publicaciones de propaganda política, William Duane, se encontraba con él cuando falleció el 15 de julio de 1822. Tras su muerte, se le rindieron honores que fueron desde una procesión funeral, hasta una misa en St. Mary’s Church, pasando por el izamiento de banderas a media asta y el entierro con honores militares; pues Manuel de Torres fue el primer diplomático extranjero que falleció en los Estados Unidos.
Manuel de Torres dedicó su vida y parte de sus publicaciones a la política y al comercio, como dejan patente títulos como Reflexiones sobre el comercio de España con sus colonias en tiempo de guerra (T. & G. Palmer, Filadelfia, 1799), Manual de un Republicano para el uso de un Pueblo libre (T. & G. Palmer, Filadelfia, 1812), y An Exposition of the Commerce of Spanish America; with some Observations upon its Importance to the United States. To which Are Added, a Correct Analysis of the Monies, Weights, and Measures of Spain, France, and the United States; and of the Weights and Measures of England: with Tables of their Reciprocal Reductions; and of the Exchange between the United States, England, France, Holland, Hamburg; and between England, Spain, France, and the Several States of the Union (T. & G. Palmer, Filadelfia, 1816). Pero, además, la lengua tuvo un hueco entre las citadas obras de diversa índole. Así, junto al lingüista de origen francés Louis Hargous (ca. 1785-1870-¿?), Manuel de Torres adaptó el método de enseñanza de lenguas del francés Nicholas Gouin Dufief (1776-1834) en la obra Dufief's Nature displayed in her mode of teaching language to man: or, A new and infallible method of acquiring a language, in the shortest time possible, deduced from the analysis of the human mind, and consequently suited to every capacity publicada en 1811. Esta primera adaptación del método Dufief para la enseñanza del español, también vio la luz en ese mismo año de 1811 bajo el título de La naturaleza descubierta en su modo de enseñar las lenguas a los hombres, o Nuevo e infalible método de adquirir las lenguas dentro de muy breve tiempo, deducido del análisis del entendimiento humano y conseqüentemente acomodado a toda capacidad. Años más tarde, la obra se reimprimiría en Londres en 1817 sin cambios de importancia con respecto a la primera edición. En 1825 y 1826 a Torres y Hargous se les sumó el filósofo y abogado mexicano Mariano Velázquez de la Cadena (1778-1860) en sus adaptaciones del método de Dufief. La primera edición de los tres autores se publicó en Nueva York sin cambios en el título: Dufief's Nature displayed in her mode of teaching language to man, or A new and infallible method of acquiring a language in the shortest time possible […], y la siguiente edición apareció el año siguiente en Londres con ligeras modificaciones en el título: Dufief's Nature displayed in her mode of teaching language to man: being a new and infallible method of acquiring languages with unparalled rapidity.
No es posible destacar notables diferencias entre las obras citadas. En todos los casos, el primer volumen contiene la gramática española, la gramática inglesa y un conjunto de textos agrupados en una sección titulada «The English Reader». El segundo volumen contiene el análisis de las partes del discurso, la sintaxis española simplificada, y unos apéndices de lecturas breves agrupadas en las secciones «El secretario de comercio» y «El lector español». Asimismo, todos cuentan con un extenso vocabulario inicial dividido en tres secciones: la primera compuesta por las secciones «Food and Clothing of Man», «Town», [naturaleza y paisaje] y «Universe», y otras dos partes sobre números y aspectos metalingüísticos. Asimismo, todas las ediciones incorporaron una colección de proverbios y refranes españoles.
Estela Calero Hernández
No han trascendido muchos datos acerca de la vida de Louis Hargous, lingüista y ciudadano estadounidense, probablemente nacido en Francia en torno al año de 1785. Como podemos comprobar con algunos documentos del censo de los Estados Unidos, en torno al año de 1870, Hargous vivía en el Estado de Nueva Jersey a la edad de 85 años. Debió residir en la ciudad de Trenton de dicho estado durante la mayor parte de su vida, formándose en lenguas modernas, especialmente francés, inglés y español. Tras haber iniciado sus estudios de seminarista, como parte de su carrera académica, Louis Hargous formó parte del claustro de profesores del College de Nueva Jersey –vinculado a la Universidad de Princeton– como profesor de lenguas modernas, especialmente de francés, entre los años de 1830 y 1836. No obstante, otras fuentes apuntan a que permaneció en Princeton al menos otras dos décadas más, hasta alguna fecha comprendida entre los años de 1854 y 1868. Presumiblemente, Hargous falleció en los Estados Unidos hacia finales del siglo XIX.
Fruto de la formación en lingüística francesa de nuestro autor, vieron la luz las adaptaciones del método de enseñanza de lenguas del también francés Nicholas Gouin Dufief (1776-1834), que Louis Hargous publicó junto al diplomático español Manuel de Torres (1762-1822). La primera de las adaptaciones del método Dufief para la enseñanza del español se publicó en 1811 como Dufief's Nature displayed in her mode of teaching language to man: or, A new and infallible method of acquiring a language, in the shortest time possible, deduced from the analysis of the human mind, and consequently suited to every capacity, en su versión en inglés; y como La naturaleza descubierta en su modo de enseñar las lenguas a los hombres, o Nuevo e infalible método de adquirir las lenguas dentro de muy breve tiempo, deducido del análisis del entendimiento humano y conseqüentemente acomodado a toda capacidad, en su versión en español. Más de una década después, el filósofo y abogado mexicano Mariano Velázquez de la Cadena (1778-1860), amigo de Hargous y conocido de Torres, publicaría junto a ambos una nueva edición estadounidense de Dufief's Nature displayed in her mode of teaching language to man, or A new and infallible method of acquiring a language in the shortest time possible […] (1825). Al año siguiente, en 1826, aparecería otra edición publicada en Londres con el título de Dufief's Nature displayed in her mode of teaching language to man: being a new and infallible method of acquiring languages with unparalled rapidity. Las diferentes ediciones no presentan cambios sustanciales de contenido sino meras modificaciones tipográficas o de orden de los contenidos. A rasgos generales, todas las ediciones continenen una gramática española, una gramática inglesa y sendos conjuntos de textos en español y en inglés. Se completan con un extenso vocabulario que difiere de los publicados en otras obras de similar contenido durante el siglo XIX dado que este está situado al inicio de los volúmenes en lugar de cómo apéndice final.
Estela Calero Hernández