Disponemos de muy pocos datos de la vida de Fernando Gómez de Salazar. No se sabe la fecha de su nacimiento, pero sí la de su muerte, que se produce en 1879 tras unos últimos años de vida terribles en el entorno familiar: a mediados de 1876 se produce la irreparable pérdida de su hermano Ignacio, inspector general del cuerpo de Ingenieros de Minas y director de la Revista Minera; unos meses más tarde, también muere su hermana; al poco, fallece la mayor de sus hijas y, en 1879, varios periódicos se hacen eco de la triste noticia de su propio fallecimiento en Madrid, probablemente, a una edad no excesivamente madura, a juzgar por el calificativo de “prematura muerte” con el que caracterizan el suceso en la prensa, donde además se da noticia de las muchas cartas de pésame que se reciben por su muerte. En ninguna de estas noticias se alude a que dejara viuda o hijos y la única pista que sobre sus herederos da la prensa aparece a principios del siglo XX, cuando en 1903 los sucesores de Hernando anuncian su búsqueda para un asunto de su interés.
Fernando Gómez de Salazar y Jiménez es un experto conocedor de la lingüística española, ámbito en el que publica a lo largo de su vida cinco obras (reeditadas varias veces), todas ellas representantes de la valía de este intelectual en el desempeño de tratados sobre la lengua castellana: Gramática de la lengua castellana, Compendio de la gramática de la lengua española, Juicio crítico del Diccionario y de la Gramática últimamente publicados por la Academia Española exponiendo los muchos y gravísimos errores que ambas obras contienen, Conjugación completa de todos los verbos irregulares castellanos, y de los defectivos en los tiempos y personas que están en uso y La ortografía al alcance de todos. Toda su producción goza de una amplia popularidad, como se demuestra por las muchas ediciones que se realizan de sus obras, algunas de ellas más allá de su fallecimiento, que hacen de su producción filológica una de las más variadas y completas de su época. Sus dos últimas obras, la Conjugación completa de todos los verbos irregulares y La ortografía al alcance de todos alcanzan gran repercusión en la década de los ochenta y son las causantes de que Gómez de Salazar reciba la medalla de bronce en la Exposición Universal de París en 1878.
A pesar de todo, Gómez de Salazar es más conocido por sus tareas como redactor de El Magisterio Español, periódico desde el que elabora numerosos artículos que hacen de él una figura reputada y respetada en el ámbito de las letras. Como otros intelectuales de la época, es amante de la polémica lingüística y a través de sus textos Gómez de Salazar destila un afán constante de lucha contra la Real Academia Española o mantiene controversias lingüísticas con personalidades como Bermejo, Matías Bosch y Palmer (¿?-1909), Francisco de Asís Condomines (¿1834?-¿?), Millán Orío y Rubio (1831-1898), Hartzenbush o Gregorio Herrainz y de Heras (1842-¿?), entre otros.
Fue también profesor privado de gramática y de taquigrafía en su vivienda particular, ámbito este en el que parecía tener aptitud y suficiencia sobradas.